Atalaya

Torre construida en un lugar alto para vigilar gran extensión de terreno o de mar y poder avisar con tiempo de un peligro o amenaza.

El atalaya tenía por obligación; velar y sonar la alarma cuando el peligro se acercaba; y, ¡ay! del atalaya que se quedara dormido en tanto vigilaba, o que, por cualquier causa, no sonara la alarma cundo había peligro, pues pagaba el descuido con su vida.

Dios le dijo a su profeta Ezequiel: “Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya

La Palabra de Dios para los predicadores de hoy día es la misma: “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”. II Tim. 4:2. “Ten cuidad de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvaras a ti mismo y a los que te oyeren”. I Tim. 4:16

Pero muchos predicadores de hoy día les gusta más ser diplomáticos que atalaya. Muchos han llegado a ser tan amigables con las fuerzas del pecado, y han dejado de hablar la PALABRA de Dios ... que es viva y eficaz

Es el tiempo de que hablemos la PALABRA... tu BUSQUEDA CONSTANTE de la dirección de Dios.

Hoy más que nunca es el tiempo de anunciar lo evidente CRISTO VIENE POR SU IGLESIA YAAAAAA
MARANATHA...

ESTEMOS APERCIBIDOS Y HABLEMOS DE LA GRACIA DE DIOS.

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